La banda es considerada como una de las malditas o de culto  de la post movida. Han logrado mantener en el tiempo actuando por la mayoría de las salas del país (pero especialmente en Madrid). Se lo  deben  a su nutrido público fiel que les acompaña durante más de tres décadas.

Sus influencias les vienen de una mezcla del punk inglés de los 80, de Bowie, de los Stones… y de los mismísimos Burning.

Sus dos primeros trabajos fueron producidos en el estudio de Tores Crespo (Trastos) con quién también han actuado sobre el escenario junto a Mario Martínez de La Unión (DEP).

Estos  castizos se han mantenido en el candelero siempre con nuevos proyectos durante todos estos años. Sus directos son potentísimos y no dejan a nadie indiferentes. Tienen a sus espaldas un público variopinto y enfervorizado que va de los 30 a los 70… casi nada. En la actualidad acaban de lanzar  su último álbum  autoproducido titulado “Dímelo a la cara“.

Una autentica obra de arte con fotos del prestigioso fotógrafo que empezó a finales de los 70s y continúa su carrera hasta la actualidad Domingo J. Casas. Gran amigo de la banda no dudo  en llamar al ilustrador y maquetador Kiko Feria para dar un barniz o  empaque y look muy 80s al disco. Sobre todo en su edición en vinilo. Preciso homenaje a los discos que todos  tenemos de cabecera de nuestra memoria histórica de la música.  Incluso hay colaboraciones de lujo como Lorenzo Azcona (saxo) o del propio Rodrigo Mercado. Destacan canciones como “La carretera”, “Dímelo a la cara”, “Solo en Madrid”, el homónimo “Sal de mi vida” o “Si te  muerdes te envenenas” (como bonus track). Un gran cancionero que pasará rápidamente a convertirse en auténticos himnos